También a Sarahí se le hizo entrega de un registro periodístico que hemos documentado sobre las personas que coordinan proyectos y fondos; y desde luego, en ese registro se incluyeron notas de la coordinadora de los programas “Desarrollo Cultural Para La Juventud” y “Públicos Específicos”, y sobre ella, la línea de notas periodísticas indican lo siguiente: que ella pertenece a una organización de la sociedad civil llamada “Círculo de Estudios de Género AC.” y que siendo parte de la organización y actual funcionaria del Instituto Chihuahuense de Cultura (ICHICULT), su organización se ha visto beneficiada como capacitadora de otros programas del ICHICULT, y en las notas ella aparece no como funcionaria del ICHICULT si no como tallerista, también se le entregó una nota que hace constar que en los resultados de los proyectos PACMYC –otro de los fondos de ICHICULT-, la organización a la cual ella pertenece es actualmente beneficiaria de uno de esos apoyos. Y frente a las notas periodistas entregadas y las respuestas que se obtuvieron del sistema INFOMEX, la coordinadora de este grupo, Linda Flores, comentó que si un principio del ICHICULT es la no autopromoción, el Instituto debiera analizar cuestiones como esta, donde los funcionarios y funcionarias están siendo beneficiados de apoyos que el Instituto otorga a creadores, puesto que con acciones así, al menos con la evidencia que tenemos aquí, el ICHICULT muestra conductas poco equitativas dado que si ya un funcionario sabe cómo hacer un proyecto porque se dedica a capacitar sobre el cómo hacerlos dentro del mismos ICHICULT, está en ventaja sobre grupos que no cuentan con ese conocimiento y por ende, a la hora de la dictaminación habrá ventaja sobre los proyectos que puede hacer un ciudadano o ciudadana que no tiene un empleo donde le pagan por hacer y estudiar proyectos: al igual que si los proyectos son dictaminados por gente que es amiga del coordinador o coordinadora, y si a esto le sumamos que las convocatorias duran poco tiempo en circulación –cosa que no sabemos por qué-, el mensaje que nos mandan a la ciudadanía no es muy favorable y sobre todo, nos ponen en desventaja frente a quienes son empleados del ICHICULT.
Aclaramos que en los datos que se le dieron a la periodista Aguirre, se mencionaron otros funcionarios y situaciones similares a la que describimos aquí, y el uso que ella o cualquier otra persona le de a la información es responsabilidad suya, desde este grupo solo compartimos la información con la cual invitamos a la reflexión sobre las políticas y actuares que esgrime el Instituto Chihuahuense de Cultura, y nuestra crítica no va dirigida a ningún tercero que no esté dentro del Instituto de Cultura.
También reafirmamos lo que se le entregó a la periodista Sarahí Aguirre, e invitamos al Instituto Chihuahuense de Cultura a que nos explique en una pagina o un foro abierto el manejo de los recursos, y las cantidades que anualmente recibe para la ejecución de sus programas, también queremos saber en cada convocatoria quién decide qué proyecto es o no viable y bajo que criterios se sustentan esos argumentos; nos interesa conocer quienes son las personas beneficiarias de los proyectos y que nos expliquen por qué no se aplican esos principios de la no autopromoción de la que tanto han hablado algunos funcionarios y funcionarias del Instituto. Es fundamental conocer a nuestras y nuestros funcionarios, por ello pedimos sea público el perfil y formación académica, así como los grados y especialidades de quienes están dando forma a la cultura oficial.
Reiteramos que ninguna de las personas que creemos en los principios de transparencia y gobierno abierto, y que ejercemos nuestro derecho al saber, preguntamos sobre dependencias gubernamentales con la finalidad de descalificarlas, la ciudadanía tenemos derecho a conocer en qué se gastan los recursos y y quién se beneficia de ellos, del mismo modo, reiteramos que de este grupo nunca hemos hecho señalamientos de alguna organización no gubernamental, se ha mostrado a funcionarias y funcionarios que siendo servidores públicos se han beneficiado de los fondos que hay en la dependencia donde ellos trabajan. También es pertinente señalar que si alguien considera falsa la información que aquí se comparte, deben mandarnos una carta directamente los medios que señalan a las personas mencionadas como talleristas en caso de no ser cierta la información que comparten en sus plataformas. Y de pedir una aclaración o retractamiento por la información aquí compartida, debe ser el Instituto Chihuahuense de la Cultura quien la solicite y no terceras personas, pues a quien ha ido la crítica dirigida y a quien se señaló en la charla con la periodista Sarahí Aguirre fue al ICHICULT.
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